Cómo ahorrar dinero planificando tus comidas

someone taking food out of the oven

¿Cuántas veces a la semana terminas pidiendo comida para llevar porque no tienes nada que comer en casa? ¿Sabías que al planificar tus comidas cada semana puedes evitar ese problema? Además, podrías ahorrar mucho dinero.

Aquí está nuestra guía rápida para comenzar:

Haz una tabla de comidas

Planifica con anticipación lo que vas a comer cada día. Es importante que tengas en cuenta tu estilo de vida al planificar tus comidas. Sé realista sobre el tiempo que tendrás cada día para preparar las comidas. Si tienes poco tiempo, busca recetas de 15 a 30 minutos o comidas que se puedan preparar con anticipación y recalentar. Luego, haz una tabla y colócala en tu refrigerador o teléfono. Así, sabrás qué tienes planeado cada día y será más probable que lo cumplas. Además, te ayudará a comprar la cantidad adecuada de alimentos para la semana y quizás descubras que puedes elegir opciones más saludables al planificar con anticipación.

Consulta las rebajas

Después de planificar las recetas de la semana, consulta los anuncios locales para ver las ofertas en tu supermercado. Recorta o imprime los cupones relevantes para tus comidas. Si no tienes cupón, evita las marcas y busca alternativas de marca común. También es buena idea comprar productos básicos de despensa que puedas usar para varias comidas.

Primero mira en tu despensa

Al planificar tus comidas semanales, asegúrate de revisar lo que ya tienes en la despensa antes de ir al supermercado. No querrás pensar que no tienes huevos y comprar solo para descubrir que sí los compraste la última vez. Puedes considerar usar aplicaciones como Out of Milk o Cooklist para ayudarte a mantener la reserva de alimentos en casa. Algunas de estas aplicaciones incluso registran las fechas de caducidad, para que no termines con leche agria al servirte un tazón de cereal.

Haz tu lista y cúmplela

Una vez que hayas definido tu plan de comidas y sepas qué tienes en casa y qué está en oferta, haz tu lista de la compra. Aunque tengas una lista mental, es buena idea anotarla para no olvidarte de nada ni añadir cosas al carrito sin pensar una vez en la tienda. Luego, cíñete a la lista cuando vayas al supermercado. Otro buen consejo es no comprar cuando tengas hambre, ya que acabarás gastando mucho más de lo necesario.

Aunque planificar las comidas puede llevar un poco más de tiempo al principio, empezarás a ver la diferencia en tu presupuesto de inmediato. No solo ahorrarás dinero, sino que, por lo general, te sentirás mejor porque comes más sano a diario.